
LA FANZINE
EL ARTE NOS SALVARÁ
Creemos que el universo está lleno de seres en constante creación, es por eso que invitamos a todos y todas que quieran mostrar sus trabajos a contactarse con nosotras para hacerlo. Todos tenemos algo que decir y algo que mostrar.
GUILLERMO SALOMÓN - ESCRITOS
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Matar el tiempo
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La lucha es también contra todo eso que mata el tiempo. Porque hoy por hoy lo que se quiere con el tiempo que tenemos en la vida es matarlo, encontrar cómo matar el tiempo. Intentemos entonces estar parados en la vereda de enfrente de esa idea, intentemos vivir el tiempo. No lo matemos, creémoslo, creámoslo. Cómo se hace, yo no sé, y quien haya venido hasta acá en busca de una respuesta acabada o una guía va a estar tan perdido quien está escribiendo esto.
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Al tiempo se lo puede matar de infinitas maneras. La mayoría, en nuestro siglo, y en todos los siglos posibles (para no pensarnos tan especiales en esta época humana, otro peligro al que uno se ve tentado muchas veces: “pasa que los problemas de este siglo son tan especiales y distintos, de haber vivido en tal siglo, tendría la posta”. Es otra dulce manera de patear para adelante la propia vida, en realidad patearla para atrás, o para algún lado que no existió porque en definitiva no estuvimos viviendo ni atrás ni adelante, estamos intentando vivir acá). Decía entonces que hay muchas maneras de matar el tiempo, y en el tiempo que hoy nos toca (capitalismo del siglo XXI, 2015, verano, Buenos Aires, Once, lo que sea) las distracciones van y vienen de la mano del dinero. Efectivamente son muchas empresas las que nos venden modos de matar el tiempo. Nos dan a elegir maneras para no elegir. Quizá esa sea la cuestión, nuestro miedo social a elegir. El miedo a la elección nos hace elegir qué comprar, en lugar de elegir. ¿Elegir qué o elegir cómo o qué más? Elijamos, seamos lo más conscientes posible de nuestras elecciones. En última (o en primera) instancia, es relativamente fácil, la próxima elección es la que hagamos al dejar de leer esto. Vamos a elegir qué comer, a quién llamar, cómo comer, qué mirar, qué no, qué leer, aprender, enseñar, ser, pensar, anestesiar, respirar, caminar, en quién pensar.
Igual es loco, porque no elegimos todo. No elijo del todo en quién pensar cuando pienso en vos. Puedo elegir qué hacer con eso, puedo elegir aprender. O intentar aprender al menos. Elijo también dejar esto acá y seguirlo allá.
Guille el que escribe
CECILIA TOCONÁS - POEMAS
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En una ola
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¿Para qué correr al mar si de todos modos volverá?
El mar nunca se detiene a pensar
El rio en cambio solo se va
Te recorre el cuerpo y se va
Puedo cruzar el rio a caballo
Puedo entrar al mar y no salir
Puede picarme una aguaviva en el parpado
y sentir que estoy viva
Puede chuparme un sanguijuela
y no sacármela más de encima
Puedo tenerle miedo al agua
pero nadie puede decir que fui una cobarde
si aún estoy en la parte honda de la pileta.
El voluble destino de los pobres
Hoy te conformaste con comer pan
No te olvides de esto
Hay pobreza allá afuera
Hay dolores no físicos
De vidas pequeñas
Que ya no sonríen
La disolución de esta humedad
Es lo que buscamos
Este aire denso
Que gilletea mis palabras
Quedando ya tan pocas
Que solo te miro lento esperando.
guillermo salomón - poemas
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Ya no hay lugar seguro
porque todo se mueve
todo se muere.
Todos tripulantes de una hermosa piedra
que vuela a velocidades alucinantes,
sin volarnos los pelos,
entre otras tantas piedras siderales.
Queda creer sintonizar
queda creer elegir
o elegir y esperar
o vivir.
Se puede ir viviendo
o ir muriendo.
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¡Como pesa el acto!
En especial cuando es acto en potencia
la cabeza se carga
de ideas proyectos
preguntas y respuestas
diálogos
ruidos.
Hasta que la pava
ella
nos avisa que está el agua para el mate.
Pero nada se soluciona
porque esa hermosa pausa
nos da cuenta
de que estábamos en pausa.
Entonces volvemos
quizá más, quizá menos enroscados
pero volvemos a las tribulaciones
sobre el acto.
Todo para no actuar.
Todo pensando que darle peso al acto en potencia
es pensarlo,
darle carga, tiempo de pensado,
hasta que pese
pese y nos llegue al cuerpo
y se haga finalmente
acto.
Pequeñísimo acto
que explota esa burbuja que está
en la cabeza.
La piedra es piedra
y allí va.
El árbol es árbol
y allí va.
El perro es perro
y allí va.
Nosotros
¿somos humanos?
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Guille el que escribe
EUGENIA VIETA - POEMAS
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Disfruto del aqui y del ahora
de dar salida a rimas truncas
de tener un tester
des-soldar los cables
de la persistencia que acecha nocturna los pies
de embelezados descubiertos.
Del derecho al delirio.
Disfruto de escarbar palabras y romperte la cabeza
de esas noches en que desnudamos dudas
de corazones rotos
de amores injustos.
Disfruto de la locura y
de oníricas andanzas
del calor humano
de las varitas mágicas y
de mi alfombra voladora...
Cuando mis albores transitan
inestables sobre vos,
me dejo arrullar en un deseo de lengua absurda, extraña reminiscencia de recorrer la emboscada
de ser tu narración y la mía,
donde nunca lo que se pide alcanza.
Y una soberbia originaria
balbucea signos que apegan
y no hay premura que desobedezca a tu mano en mi pierna
y me rindo a la evidencia
y detengo un tiempo en Venus
saltando en caída libre a la perfecta inestabilidad de palabras insurrectas y distorsión
centrolobulillar
y reposo en tu universo, ese
donde nadie nos salva.
Y como uróboros,
siento el todo bajo la suma de mis partes.
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Naufrago en el transcurso de unos hilos grávidos
del que penden rimas truncas
que todo sostienen y nada soportan.
Fascinada por entrar en disyuntivas mecedoras
de rugidos ladinos y disputas de hormigas,
mi piel no vacila en desprenderse los miedos
y exponerse al sortilegio
para yacer, sosiega,
a la perplejidad famélica del amor desordenado.
Me arrulla el deseo de una extraña desventura apasionada,
que desconoce la urgencia
y se rinde a la evidencia ficcional
del silencio previo que reposa en encerrados universos
con acceso denegado.